En algunas playas conviven casas a precio de liquidación con otras de obra nueva mejor ubicadas que ya se encarecen
En la Costa del Sol una vivienda vacacional nueva cuesta más del doble que en la Costa Cálida: de pagar de 353.000 euros en el litoral malagueño a desembolsar 151.000 euros en los municipios murcianos. Mientras que en la primera hay «2.482 nuevas viviendas pendientes de venta y es uno de los mercados que más casas produce en el litoral mediterráneo español, en la segunda se contabilizan 345 unidades, según ST Sociedad de Tasación.

Esta es solo una pequeña muestra de la heterogeneidad que se respira en el mercado de las viviendas ubicadas en las playas españolas, donde además de ondear 579 banderas azules, empiezan a hacer acto de presencia la subida de precios, el mayor número de compraventas y alguna que otra grúa —14.600 visados concedidos en 2016, un 12,8% más que el año anterior—. Aunque no en todas las playas ni con la misma intensidad, algo que pueda ayudar al futuro comprador de una segunda residencia a decidir el destino de su inversión si aún no sabe por qué aguas decidirse. Hay que tener en cuenta que «el 29% de los españoles dice tener una vivienda vacacional en propiedad y el 22% está buscando una», según el análisis realizado por el portal Casaktua.

Un ejemplo de la disparidad de la costa: en Orihuela (Alicante) el precio ha bajado un 11,8% en el primer trimestre de 2017 comparado con el mismo periodo del año anterior. Y un 12,8% en Mazarrón (Murcia). En cambio, en Antigua (Fuerteventura) han subido un 26,1%, convirtiéndose en el destino que más se ha encarecido en los últimos 12 meses. En Mojácar (Almería), la subida ha […]